La culpa instaurada es cada día más fuerte,
Es cruel, asertiva, sádica,
Merecedora del premio a la mayor precisión,
Pues no se va, se queda y lastima.
No se cuánto tiempo lo hará y,
Lo peor de todo es que no puedo quejarme,
No puedo decir ¡lárgate mal burdo!,
Porque es imperiosa su existencia,
Por lo menos para ella.
Es su única razón, su único motivo,
Existe porque sin ese sentimiento
De ansiedad constante no sería culpa.
Seguro se engalana y enorgullece de sí misma,
Y yo me despedazo por las noches
Esperando su retirada,
Pero sabe que la acepto en inconsciencia,
Y es en ese pacto oculto entre los dos
Que radica su estadía de todos los días,
Para que su fecha de expiración
No este ni siquiera cercana a llegar,
Nunca, poco…ahora.
La culpa
Publicado por
Blog de fomento a la lectura
miércoles, 25 de marzo de 2009