Cuando estudias psicología te dicen que en lo último en que te convertirás en esa carrera es en un mago, que jamás podrás saber qué es lo que la otra persona piensa con una mirada interesante y un par de dedos seductores de barbilla, no, si por eso yo no considero a la psicología una ciencia (aunque me observen mis profesores con cara de asombro y descontento), precisamente por la subjetividad e individualidad del pensamiento humano, pero a veces es tan sencillo imaginar casi con certeza lo que a miles y cientos de personas les ronda por la cabeza con algo tan sencillo denominado "Enajenación", y es que en verdad saber el pensamiento preciso no esta cercano ni siquiera a ser una posibilidad, pero no es necesario, porque cuando observas a esa multitud sembrada por una idea insertada de no sé dónde o de no sé quién, simplemente ocurre ese fenómeno tan común: "Burres".
Hace un par de días se inauguro en la ciudad de Zamora el alumbrado del santuario de la virgen de Guadalupe, el cual no es otra cosa que una serie de foquitos que hacen lucir muy bien la casa de mi Lupita.Hasta ahí no hay problema en realidad, el problema está en el costo estratosferico que éste implicó, $3,000,000.00 de pesos, y lo que causa el dolor de cabeza a su servidor es que de esa millonada, la iglesia solo aportó $700,000.00 y los demás, o sea nosotros los pagadores de impuestos que nunca nos podemos quedar atrás, aportamos los restantes $2,3000,000.00 pesos.
Desde que había leído esto en el periódico me había parecido una aberración, ¿cómo es posible que se haga una inversión tan grande en algo que realmente no es tan básico comparado con otras necesidades de la ciudad?. Claro, salieron al quite luego luego los defensores de la incongruencia diciendo que eso generaría ingresos turísticos y no sé cuántas patrañas más. Es cierto, aquello generará más turismo, pero me pregunto si realmente la clase pobre de nuestra bella Zamora verá algo de ese dinero. No digo que lo que hicieron este mal, pero la manera en que lo hicieron sí lo está. ¿Por qué diablos se tuvo que pagar esa cantidad de nuestros impuestos cuando la iglesia está en la perfecta facultad de solventar ese tipo de gastos?, y es que no se trata del ateísmo berrinchudo, no, sino de la absurda forma de cumplir caprichos políticos y religiosos como medio de satisfacción de unos cuantos con el pretexto de que es para todos.
Con todas esas ideas rondando mi cabeza decidí pasar por el lugar para hechar un vistazo y dar una critica propia de aquella calumnia. Y cuál fue mi sorpresa al ver que aquello había doblado mis espectativas, era todo un fenómeno social, cientos, miles quizá de "burros" Zamoranos estaban observando frente a sus narices el derroche del poco dinero que quizá pueden y deben otorgar, donde muchos me atrevo a decir que ni siquiera han pisado aquel lugar y para los cuales la fe es una palabra incomprensible, pero eso sí, ah que re bonito se ve. El trafico era fatal, la gente invadía las calles, un coro patético (pero agradable al oído) se burlaba de todos mientras unos cuantos probablemente decían. -Ven que fácil es...-. Y es que la gente no piensa más allá de lo que sus ojos captan, cómo es posible que se permitan ese tipo de humillaciones hacía nosotros los ciudadanos que dentro de lo jodidos que estamos nos quieren joder más con todo y burla, no, no es posible, pero lo es en realidad..Posible. Aquel día fue muy triste, lloré, de verdad lloré porque para mí y alguno que otro analítico aficionado no nos costó trabajo interpretar el pensamiento de aquellos ciudadanos -Qué bonito se ve-.
Qué lastima, y luego no quieren que les digan "burros", si con todo lo que demuestran nada más les faltan las orejas y el rincón.