Llámame hipócrita, maldito,
pero no me llamen hombre,
porque lo soy y me avergüenzo,
porque no puedo dejar de serlo
y me duele,
porque duele acabar el mundo
y ni siquiera sentir culpa.
Llámame estúpido porque lo soy
ignorante con justa razón,
porque ignoro la conciencia
la justicia y el amor,
y aun así sonrió
riéndome de mi mismo
sin saber que sin sentido
vivo, vivo, ¿vivo?.
Será que soy tan débil,
si, mejor llámame débil,
para tener excusa y motivo,
para seguir por la vida como he ido,
ciego, mudo y sordo
otros miles de millones de años,
y así pretender que esto es un acto
de una obra interminable.