Me miré, perdido en el tiempo, con muchos recuerdos de amores fugaces, de esos que terminan antes de empezar, ahí estaba, entre el umbral del dolor y la nostalgia, la que nunca se fue, ni se irá. Me miró, y este soy yo, nada, absolutamente nada en el infinito.
Este año fue un año difícil, quizá de todas las entradas al blog esta es la única entrada de contenido personal, quizá porque muchas personas no se darían la molestia de escuchar a una simple persona cuando a veces no se escuchan a sí mismo, pero me dio la necesidad de expresar lo que para mi fue un año duro, que no por ellos significa que fuese malo. Desde 1998 vengo diciendo que no habrá año que sea más difícil que el vivido en es tiempo, sin embargo se han esmerado y han logrado poner retos verdaderamente dificiles hasta comprender que el pasado es una especia de fantasma, recordable pero insensible.
siempre me quejé del dolor del alma, sin embargo este año fue un año de dolor físico, un año de recuperación de aquella operación de vesícula que dejó estragos durante más de 300 días, entre tantas cosas y diagnósticos fallidos, los males se intercalaban, el extraño mal penetró la fragilidad de mi mente y ahí se quedó por mucho tiempo, sin embargo, como en esas míticas batallas y en la claridad de los pensamientos humanos, el bien esta venciendo. Cierto, ha sido un año complicado, un año de distanciamientos, de cambios de ideas, de detestar más el comunismo y sus variantes, de crear una filantropía desaplicaca que espera el momento de perder la timidez, pero también ha sido un año de profundo amor, por las personas, por la familia, por lo que hago y lo que me rodea. Quedó satisfecho por ahora, pero con la necesidad de seguir con el camino, sin borrar huellas pasadas, que se quedaron para recordar algo que quizá se vaya olvidando.
EL recuento de los daños
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sábado, 27 de diciembre de 2008
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jueves, 25 de diciembre de 2008
Morí y ya no volví a nacer.
así me quede, tirado más no triste,
sin sinonimos de derrota,
solo de agonía.
de una esperanza,
falsa,remota y sobre todo absurda.
Los años pasaron hasta que ya no había nuevas manos que tocar, si no las mias
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lunes, 15 de diciembre de 2008
Don Luís se estaba meciendo a una velocidad promedio en aquella silla tan antigua, la misma en que su abuelo, Don Porfirio le contó sus primeros cuentos. El rechinido que causaba aquel mueble no era percivido por él, sus setenta años le pesaban más que como un número, como una cuenta larga de sus época de juventud. No se arrepentía, los recuerdos le eran tan presentes más allá que su cuerpo desgastado, era lo más vivo que tenía para que su contexto no se lo comiera.Un televisor, un videojuego, musica de banda a todo volumen y decenas de nietos que corrían protocolariamente de lunes a domingo, esparcidos en grupos de dos o mas.
Cuando la mecedora estaba en lo más alto de su trayecto, su mirada se asomaba hacía la pared que contenía sus retratos, sus amores imaginarios y sus triunfos de hombre, su cultura, su vida y su muerte, que se le presentaba a cada vistazo al comparar que las fotografías no envejecían, él sí.
María su esposa gritaba cada cuarto de hora con cualquier pretexto, pero quizá para saberse si aun estaba vivo, a veces tenía que ir a darle un par de palmadas para comprobarlo. Don Luís sonreía, nunca hablaba, para él ya se habían agotado sus palabras, durante sus años de intensidad se propuso pronunciar millones de frases, para que en su vejez no tuviera que dar excusas y disfrutar de su mecedora y de sus últimos instantes de vida. Era cierto, cada segundo le valía la garantía de su extinción, las horas se carcomían como eternidades indiferentes, y Don Luís solo leía el "guía", echaba un ojo al mundo y luego volvía a su existencia.
Don Luís no murió, se meció durante siglos enteros en aquel lugar, su cuerpo ya no estaba, se guardó en una caja debajo de puños inmenso de arena, pero Don Luís cesó su trayecto aventurero en la mesedora de su abuelo, para repensarse un poco, para darse cuenta de que muy quedito se escuchaba, un rechinido.
*titulo del escrito proporcionado por mi queridisisima amiga Pilar Quintero Márquez
*fotografía: jaime garbaEL RECUERDO
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miércoles, 10 de diciembre de 2008
FOTOGRAFIAS CON SANTIAGO RONCAGLIOLO, XAVIER VELAZCO Y MI AMIGO MARTIN DUARTE EN LA FIL 2008. CRONICA ENCONTRADA EN http://www.colectivoluisgustavofranco.blogspot.com/