Las letras se envolvieron de luto una vez más con el fallecimiento de los grandes escritores Alejandro Aura y Víctor Hugo Rascón Banda, grandes expositores de las letras mexicanas quienes dedicaron su vida al quehacer literario y cultural. En un programa del canal 22 pude observar un programa que conducía Alejandro Aura, del cual el nombre no recuerdo, pero ayer retransmitieron una parte de un episodio grabado en 1989, donde se encontraba junto a Juan José Arreola y Jaime Sabines, donde a casi 20 años de aquel programa, Aura tomó un papel para mostrarlo a Arreola el cual decía “el final” y de donde el mismo Juan José expresó que los seres humanos debíamos al ser viejos volver a cursar el preescolar, volver a educarnos, para ser como niños y posteriormente como bebes para aprender a bien morir, a su vez, Sabines expresaba que la muerte se tenía que aprender a solas, pues cada ser humano en su infinita subjetividad necesitaba de esa soledad para comprender aquel misterio, Aura, escuchaba atento a lo que aquellos prodigios decían, sin pensar que en dos décadas comprendería con exactitud que querrían decir aquellas palabras. Y que decir de Rascón, un incansable de los derechos de los escritores, líder de la SOGEM, guionista, escritor, Banda con sus más de cincuenta obras deja junto a Aura un legado imposible de olvidar.
Es así que las letras muestran respeto ante la partida de estos dos grandes representantes, pero a su vez debemos comprender que ellos emprendieron la mitad de su existencia, por que la otra mitad se ha quedado con nosotros para la prosperidad, pues es que la labor del creador es dejar parte de sí en lo que crea, en la pasión impregnada en sus obras, y definitivamente estos dos grandes no son la excepción, Aura y Banda ahora son parte del grupo selecto de escritores que desde el cielo dialogan de la trascendencia lograda, y del éxito que seguramente nunca desearon alcanzar.
Es así que las letras muestran respeto ante la partida de estos dos grandes representantes, pero a su vez debemos comprender que ellos emprendieron la mitad de su existencia, por que la otra mitad se ha quedado con nosotros para la prosperidad, pues es que la labor del creador es dejar parte de sí en lo que crea, en la pasión impregnada en sus obras, y definitivamente estos dos grandes no son la excepción, Aura y Banda ahora son parte del grupo selecto de escritores que desde el cielo dialogan de la trascendencia lograda, y del éxito que seguramente nunca desearon alcanzar.
Jaime Garba
*fotos extraídas de buscador imagenes google.com